Consumo

Ahora 12 vs Consumo Masivo



Con la renovación del programa Ahora 12 y la no menor incorporación de su versión extendida, en 24 o hasta 30 cuotas fijas, podríamos esperar que el consumo privado se vea dinamizado en el corto plazo. Sin embargo, un análisis más detallado puede proveernos de algunos matices relevantes a tener en cuenta. El atractivo central del programa radica en la financiación para la compra de bienes durables a tasas considerablemente más bajas que la inflación esperada, pero dado lo apretado del bolsillo de los hogares, esto puede tener un impacto sobre las ventas de consumo masivo. Analizar las pautas de consumo de los distintos niveles socioeconómicos nos pueden ayudar a entender por qué.

En el extremo superior de la pirámide se encuentran las familias ABC1 o de mayores recursos y nivel educativo, que representan en torno al 5% de los hogares (10% del gasto total). Estos hogares cuentan con cierto margen de ahorro y es probable que el mayor consumo de bienes durables, de existir, no desplace el consumo de bienes de consumo masivo.

Un caso que arroja similares conclusiones es el de D2E. Estos hogares se ubican en la parte más baja de la pirámide y representan alrededor del 16% del total. Dados sus reducidos ingresos, estas familias vuelcan más del 37% de su gasto total al mercado de consumo masivo y explican el 15% del gasto total en dicho mercado. Sin embargo, estos hogares se ubican en una posición por demás compleja ya que se encuentran por debajo de la línea de pobreza o indigencia. Además, sus trabajos mayoritariamente informales, su bajo nivel educativo, su analfabetismo financiero y la ausencia de acceso al crédito formal dan cuenta de un grupo que muy difícilmente se vea beneficiado por la renovación y ampliación de Ahora 12. De esta forma, al igual que ABC1, D2E tampoco modificaría significativamente el desempeño del sector de consumo masivo ante estas mayores opciones de financiación.

El grupo D1 (el NSE inmediatamente por encima de D2E) es el más amplio de todos y agrupa a más del 30% de los hogares, representando también el 30% de la masa de gasto en consumo masivo. A pesar de ello, la mayoría de los hogares de este grupo se ubican también por debajo de la línea de pobreza. De esta forma, si bien es probable que dentro de este segmento haya hogares no pobres con acceso al crédito formal y una mínima posibilidad de planeamiento futuro, lo cierto es que su relevancia para este análisis resulta acotada.

Resta entonces hacer foco en la zona central de la pirámide, es decir, C2 y C3. Se trata en su mayoría de hogares con un nivel educativo medio o alto, trabajo medianamente calificado y cobertura de salud, lo que les da la posibilidad de acceder al crédito formal y ejercer cierto planeamiento sobre su futuro alimentado por el deseo de crecimiento y progreso. De esta forma, si existe un grupo que podría verse beneficiado por la ampliación de Ahora 12 al mismo tiempo que desplace parte de su consumo masivo, es ciertamente este.

Los hogares C2 y C3 explican el 50% del total del mercado de bienes de consumo masivo como así también de los bienes susceptibles de ser adquiridos a través del programa Ahora 12. Si tenemos en cuenta las mayores facilidades de estos NSE para el acceso al crédito, se desprende que estos se constituyen como el público objetivo de Ahora 12. Es decir, los hogares que pueden acceder a la compra de bienes durables explican un porcentaje muy alto del mercado de bienes de consumo masivo, lo cual plantea un interrogante: ¿el programa Ahora 12 puede desplazar las ventas de consumo masivo?

Para responder este interrogante, al menos parcialmente, trabajamos sobre un caso práctico: ¿qué porcentaje de su ingreso deberá dedicar un hogar para pagar la cuota de un bien durable? Tomemos por ejemplo el caso de un televisor 4K de 50 pulgadas de línea media. Suponiendo un pago en doce cuotas fijas sin interés, vemos que el esfuerzo inicial es del 2,9% y 4,2% de los ingresos mensuales del hogar corregidos por subdeclaración de ingresos, es decir, un gasto similar al que estos realizan en bebidas no alcohólicas y cuidado personal en conjunto. Por supuesto, con el tiempo y de acuerdo a nuestras proyecciones de ingresos que surgen del indicador de Ingreso Disponible Ecolatina (IDE), este esfuerzo se diluye significativamente hacia la última cuota.

Podríamos pensar también en la adquisición de una notebook de gama media con procesador i5 y 8GB de memoria RAM, también en doce cuotas pero, en este caso, supongamos el interés máximo permitido por el programa del 25% (TNA). De esta forma, la cuota inicial representa el 7,1% y 10,4% de los ingresos mensuales de hogares C2 y C3 y también va disminuyendo por tratarse de un esquema de cuotas fijas. En esta oportunidad, el esfuerzo inicial es cerca de tres cuartas partes del gasto que realizan hogares de estos NSEs en alimentos.

Por supuesto, no es esperable que haya un desplazamiento 1 a 1 entre consumo de durables y consumo masivo ya que existen otras alternativas como el desahorro o la reducción de otro tipo de gastos (por ejemplo, recreación, cultura, suscripciones, etc.) aunque sí es probable que el desplazamiento tampoco sea nulo. La historia reciente muestra que los montos que canaliza Ahora 12 son extremadamente variables, aunque con un claro patrón: en épocas de bajo costo de financiamiento, rápidas escaladas del tipo de cambio o incertidumbre en cuanto a la evolución futura de precios, el consumo se vuelca a durables en detrimento del mercado de consumo masivo.

Incluso, dentro del rubro de consumo masivo es esperable que los artículos más elásticos o aquellos que no se tratan de bienes de primera necesidad sufran más que proporcionalmente de este fenómeno, por lo que serían los más afectados ante este relanzamiento y ampliación del programa. De existir, es factible encontrar el efecto que las ventas del programa tienen sobre el consumo de ciertas familias de productos y, para esto, trabajamos sobre modelos econométricos que descomponen el efecto de cada variable sobre las ventas totales.



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